domingo, 31 de agosto de 2014

Desastres de origen biológico - parte 1: las plagas

El concepto de plaga ha evolucionado con el tiempo desde el significado tradicional donde se consideraba plaga a cualquier animal que producía daños, típicamente a los cultivos. Actualmente debe situarse al mismo nivel que el concepto de enfermedad de forma que debe entenderse como plaga a una situación en la cual un animal produce daños económicos, normalmente físicos, a intereses de las personas (salud, plantas cultivadas, animales domésticos, materiales o medios naturales); de la misma forma que la enfermedad no es el virus, bacteria, etc., sino la situación en la que un organismo vivo (patógeno) ocasiona alteraciones fisiológicas en otro, normalmente con síntomas visibles o daños económicos.

Se pueden encontrar:
  • Plaga de langostas
  • Plagas forestales
  • Plagas médicas
  • Plagas agrícolas
La palabra “plaga”, en la agricultura se refiere a todos los animales, plantas y microorganismos que tienen un efecto negativo sobre la producción agrícola. Las plagas prosperan si existen una fuente concentrada y fiable de alimento, y las medidas que se utilizan normalmente para aumentar la productividad de los cultivos (por ejemplo, el monocultivo de las variedades de alta producción, el cultivo múltiple mediante la reducción o eliminación de los suelos descansados, el uso de los fertilizantes, etc.) crean un ambiente favorable para las plagas. Por eso, en cualquier agro sistema efectivo, se requiere el manejo inteligente de los problemas de las plagas.
Clasificación por el tipo de daño que causan:
  1. Plaga directa: Cuando la especie daña a los órganos de la planta que el hombre va a cosechar; es el caso de las larvas de las moscas de fruta que perforan los frutos o el gusano de los Andes que ataca los tubérculos de la papa.
  2. Plaga Indirecta: Cuando la especie daña órganos de la planta que no son las partes que el hombre cosecha; es el caso de las mosquitas minadoras que dañan las hojas del tomate o de la papa mientras que los órganos que se cosechan son los frutos y los tubérculos respectivamente.
Control de plagas:

Cuando se trata de eliminar plagas la agricultura usa los insecticidas pero esto varia según su forma de actuar.
Estos insecticidas se clasifican por:
- Contacto: Actúa obstruyendo los estigmas traqueales del insecto.
- Ingestión: Produce envenenamiento en el sistema digestivo.
- Sistemático: Consiste en que la planta absorba el insecticida haciendo que cuando el animal se alimente de este muera.
- Inhalación o asfixiantes: Asfixia al insecto.
- Atracción y repulsión: Actúa atrayendo al insecto a probar la planta, una vez el insecto se encuentra en la misma esta causa que el insecto sienta asco y se aleje.

Debido a que estos insecticidas han causado una gran alarma por sus efectos medioambientales estos han tratado de ser sustituidos por insecticidas ecológicos para que sea menor el efecto negativo que tienen estos en el medioambiente.

domingo, 24 de agosto de 2014

Reciente catástrofe natural en Argentina: Erupción volcánica Puyehue-Cordón Caulle


La erupción del complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle de 2011 es una erupción volcánica que se inició en el complejo volcánico homónimo en Chile, el 4 de junio de 2011. Al menos 3.500 personas fueron evacuadas en las zonas cercanas, mientras que la nube de cenizas alcanzó la ciudades de Villa La AngosturaVilla TrafulSan Carlos de BarilocheBuenos AiresMontevideoPuerto ArgentinoPorto AlegreCiudad del CaboPerthMelbourne, y Auckland forzando a las aerolíneas a cancelar vuelos locales e internacionales.

 Además, obligó el cierre temporal del paso fronterizo internacional Cardenal Antonio Samoré ubicado a pocos kilómetros de la erupción. El 18 de junio las cenizas retornaron a su tierra luego de dar la vuelta al mundo llegando a la ciudad de Coyhaique, forzando a las aerolíneas de Chile a cancelar los vuelos al sur del país. Se estima que cien millones de toneladas de cenizas, arena y piedra pómez fueron expulsadas, requiriendo el poder equivalente de 70 bombas atómicas.

La erupción ha traído consigo problemas económicos para el Cono Sur, tanto turísticos como ganaderos, además de cancelaciones aéreas en el hemisferio sur. También ha tenido un impacto directo sobre los ecosistemas de la región.

El Cordón Caulle es una fisura volcánica y ha entrado en erupción muchas veces en los registros históricos, la más reciente seguida al terremoto de Valdivia de 1960,mientras que el estratovolcán del Puyehue ha estado dormido probablemente desde alrededor del año 850.

domingo, 17 de agosto de 2014

Si nuestros actos siguen así nuestro futuro no será muy amigable.


Desastres naturales para 2014: un futuro incierto y desolador
No hace falta una bola de cristal para darse cuenta de que el daño que estamos haciendo a la naturaleza nos va a traer un futuro incierto y desolador. Probablemente la sociedad en su conjunto no es consciente de que los actos de hoy tendrán consecuencias directas en un mañana no muy lejano. El futuro será cómo nosotros queramos que sea. Si no protegemos el medio ambiente o hacemos un mal uso de los recursos naturales es obvio que tendremos que atenernos a las consecuencias. Y llegados a ese punto, quizás ya no haya vuelta atrás.
Ecología Verde lleva mucho tiempo alertando de los peligros de la contaminación, la deforestación y el calentamiento global. Pero al mismo tiempo fomenta el reciclaje, el uso de energías renovables, la conservación de las especies y da consejos para que todos desde el lugar donde se encuentren puedan aportar su granito de arena, pues cuidar el planeta es trabajo de todos. Creemos firmemente en el desarrollo sostenible.


Desastres naturales como el huracán Katrina que aún muchos recordamos, el tsunami en 
Japón donde todavía muchas familias no han recuperado sus casas, los terremotos de Haití y Chile que dejaron centenares de muertos o las graves inundaciones del sudeste asiático. Todos estos fenómenos son demostraciones de lo vulnerables que somos frente a la naturaleza y de lo expuestos que estamos a estos peligros que no suceden por casualidad.

¿Existen los castigos medioambientales?

Muchas creencias religiosas y no religiosas aseguran que los desastres medioambientales son nuestro castigo por no estar cuidando el planeta como se merece. No se puede asegurar que haya un ser superior que dictamine sanciones en forma de terremotos, inundaciones, tormentas o huracanes, pero una cosa está clara, si respetamos el medio ambiente y trabajamos colectivamente para su conservación y sostenibilidad, todos viviremos más y mejor.




Si el calentamiento global sigue creciendo nos veremos sometidos a fuertes terremotos, erupciones volcánicas, grandes deslizamientos de tierra y tsunamis que podrán ser más frecuentes y destructivos que nunca si el cambio climático cambia la corteza terrestre. Estos mismos cambios geológicos también pueden provocar la liberación de metano, un potente gas de efecto invernadero que se guarda en forma sólida bajo el lecho marino.
El cambio climático no sólo afecta a la atmósfera y a los océanos, sino también a la superficie terrestre.
El principal peligro del deshielo es que la corteza terrestre rebota provocando terremotos que desatan deslizamientos de tierra submarina, pudiendo ocasionar tsunamis a las costas de numerosos países. Además, los patrones climáticos pueden potenciar la actividad volcánica, lo que supondría una expulsión de grandes cantidades de cenizas, sulfuro, dióxido de carbono y agua a la alta atmósfera que potenciaría aun más los efectos negativos del calentamiento global. Todo parece apuntar a que el planeta podía sufrir una conmoción a gran escala en un futuro no muy lejano.

domingo, 10 de agosto de 2014

El declive de los corales amenaza la vida de millones de personas en zonas tropicales costeras.

Si no se mejora esta situación de los corales se podría desencadenar un grave desastre ambiental.
El declive de los corales amenaza la vida de millones de personas en zonas tropicales costeras


Si los arrecifes de coral sufren un deterioro, las gentes que dependen del equilibrio de sus ecosistemas también verán amenazada su supervivencia. Son millones de personas las que, según advierte un reciente estudio, verán peligrar sus medios de vida a consecuencia de su probable extinción en las zonas tropicales costeras.

Un declive que sólo podría frenar un drástico cambio en las prácticas de pesca, en las emisiones de carbono y en el control de la contaminación de las aguas con fertilizantes, sus principales enemigos, concluye este trabajo realizado por la Universidad de Queensland y la Universidad de Sheffield, publicado en la revista Current Bilogy.

Cuestión de supervivencia

En estas áreas costeras del Caribe millones de personas dependen de la pesca para sobrevivir, por lo que las pérdidas irían más allá de lo económico. Esta circunstancia hace que el problema tenga un doble carácter de desastre ambiental y humano, pues seguridad alimentaria está en juego al disminuir drásticamente el número de capturas.

El estudio midió la abundancia y tipo de peces en los corales del Caribe, con el objetivo de poder luego comparar los resultados con otros arrecifes que no son explotados por las pesquerías. Finalmente, se pretende poder establecer una política que permita proteger a estas últimas.

El declive de los corales amenaza la vida de millones de personas en zonas tropicales costeras

Los arrecifes son claves en la conservación del ecosistema porque proporcionan refugio a organismos presa vulnerables, creándose un hábitat complejo que deja de cumplir su función de forma progresiva conforme se van deteriorando.
Cuando esta complejidad se pierde la dinámica del arrecife varía y acaba convirtiéndose en un entorno más empobrecido y deshabitado. Conservar su salud, por lo tanto, es la clave para gestionarlo de forma sostenible y productiva a nivel pesquero. “Hay pasos prácticos que podemos tomar para administrar los arrecifes, como el respeto de los peces loro, que se alimentan de algas y ayudan a los corales a crecer”, concluyen los investigadores.

sábado, 2 de agosto de 2014

China: 3 millones de hectáreas demasiado contaminadas para cultivar.

Más de 3 millones de hectáreas en China no son aptas para el cultivo de alimentos porque están demasiado contaminadas, según ha asegurado un funcionario del Gobierno chino. Es el resultado de 3 décadas de un crecimiento industrial sin precedentes, un desarrollo económico insostenible y que está poniendo en peligro la salud de los ciudadanos.

 Contaminación en las grandes ciudades y contaminación en el campo. China, ya lo hemos dicho alguna vez, es uno de los mayores problemas ambientales de la actualidad. La limpieza de las zonas rurales puede ser aun mas difícil que la reducción de la contaminación en las grandes urbes.

De momento, es un problema ecológico. Pero, si no se soluciona con rapidez, se convertirá en un problema social. China necesita esas tierras para cultivar alimentos y asegurar suministro a una población creciente y con mas poder adquisitivo.

Wang Shiyuan, viceministro de tierra y recursos, dijo que el Gobierno chino estaba decidido a resolver el problema y que va a invertir decenas de miles de millones yuanes en proyectos piloto para rehabilitar los suelos y las aguas subterráneas contaminadas. El área de tierra contaminada en China tiene un tamaño similar a toda la superficie de Bélgica. En especial, se debe evitar que los metales tóxicos entren en la cadena alimentaria. Ya han ocurrido casos de arroz contaminado con cadmio. Este mismo año, los análisis encontraron niveles altos de cadmio en el arroz que se vendía en la ciudad de Guangzhou, al sur del país, arroz cultivado en Henan, región con altos niveles de metales pesados.

La seguridad alimentaria como prioridad


China necesita alimentos y no ha dudado en ubicar miles de granjas cerca de plantas químicas, minas y otras industrias pesadas, aumentando el riesgo de contaminación.
Con todo, la seguridad alimentaria sigue siendo la prioridad. China va a reservar, al menos, 120 millones de hectáreas de tierra para la agricultura, política que se conoce por el nombre de "línea roja".
Algunos rastros de metales tóxicos se remontan un siglo. Hay pesticidas prohibidos en la década del ochenta del siglo XX. Los investigadores han dicho que hasta un 70% de la tierra china podría tener problemas por la contaminación.

Las detonaciones sónicas pueden matar a mas de 138.000 animales marinos en la costa este de Estados Unidos



Encontrar yacimientos de hidrocarburos en la costa atlántica de EEUU es el sueño de unos... y la pesadilla de otros. El desastre ambiental se producirá antes incluso de empezar a explotarlos, en las mismas exploraciones que buscan yacimientos de petroleo y gas en la costa atlántica del país.
En efecto, el poder contaminante de las instalaciones petroleras no solo es atribuible a los posibles derrames de crudo o debido a las nefastas emisiones de efecto invernadero que acaban suponiendo los combustibles fósiles. En este caso, el problema es la polución acústica producida por las terribles detonaciones sónicas que acaba de aprobar en la zona el gobierno de EEUU.

Atentado ambiental.


No solo son molestas, sino auténticos misiles de sonido que provocan un ruido ensordecedor de tal intensidad que puede herir y matar a mas de 138.000 tortugas, defines y ballenas, según consta en los informes oficiales del propio Gobierno federal.


Entre ellos se incluyen nueve especies de ballena del atlántico norte en peligro de extinción de las que apenas quedan 500 ejemplares en todo el mundo, si bien en los daños afectaran a la fauna marina en general. 

"Se han hecho extensos detallados y costosos estudios para reducir o eliminar el impacto de la vida marina", asegura el director de la oficina de La Gestión Energética Oceánica (BOEN), Walter Cruickshank.

Hacía mas de una década que no se aprobaba el uso de "cañones sónicos" en la  costa atlántica, completamente desde la Bahía de Laware al sur de caño cañaveral, en Florida, desde 650 Km de la costa. Los primeros permisos se concederán a principios del próximo mes de Febrero.
Los "cañones sónicos" son equipos remolcados por embarcaciones que emiten sonidos 100 veces más fuerte que los motores de un avión a reacción. Lo hacen cada diez segundos, con el objetivo de que las ondas reboten en el fondo del mar para producir imágenes en 3D de alta resolución que orienten sobre la posible existencia de yacimientos.

Puerto Rico

Desastres ambientales que han sacudido al país

Se producen mayormente por la falta de planificación y la ignorancia del ciudadano


Por causas naturales, negligencia o errores humanos, Puerto Rico ha sufrido grandes desastres que han causado serios daños a la vida, y propiedad pública y privada.
Desde el 1989, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) le asignado más de $3,000 millones a la Isla para atender emergencias, mitigar daños y reconstruir, a través de declaraciones presidenciales de zonas de desastre.
Los huracanes suelen ser los más recordados cuando se habla de desastres. Pero el director de operaciones de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias, Oscar Sotomayor, expresó que la lluvia producto de huracanes o de una simple tormenta tropical han causado estragos. Por ejemplo, el huracán Georges, ocurrido en septiembre de 1998, ha sido nuestra emergencia climatológica y ambiental más costosa. “Costó $1,720,867,892. Ese fue el total de ayuda individual a las familias y asistencia pública, que es carreteras, derrumbes, puentes”, declaró Sotomayor.
Por su parte, el planificador ambiental, Félix Aponte, explicó que “hay múltiples factores que ponen en riesgo la vida del ser humano” y ponen al país como blanco de desastres naturales. Estos incluyen la falta de orientación y la falta de fondos para dar mantenimiento a la infraestructura.
“Siempre -en muchos de ellos- lo que nos hace vulnerables es la falta de precaución humana y en muchos hay una negligencia tecnológica en los procesos que desarrollamos los humanos. No somos cuidadosos, le asignamos bajo probabilidad a que esos fenómenos ocurran. Además, de los fenómenos que pueda causar la misma naturaleza, todo lo que físicamente el ser humano construye requiere mantenimiento y operación cuidadosa porque tiene una vida útil muy limitada. Eso supone un compromiso de operarlo y no se le asigna presupuesto para ese proceso. Y ese es el proceso que no se lleva a cabo y cuando hay precariedad económica, las empresas y el propio gobierno tienden -a la hora de cortar costos- eliminar el mantenimiento preventivo  y  eso añade un factor de peligro muy grande cuando coinciden eventos muy grandes como terremotos, huracanes… tenemos estructuras muy débiles para resistir”, explicó Aponte.
“Hay insensibilidad en las fuerzas del mercado, irresponsabilidad profesional y el propio consumidor que no se preocupa por preguntar, corrupción al dar permisos… no se hace el trabajo. Realmente no se completa el proceso de planificación. Ordinariamente quien decide qué se construye no lo hace un planificador”, agregó.
De acuerdo con Sotomayor y Aponte, el país continúa siendo altamente vulnerable a los eventos atmosféricos, debido también a la construcción de estructuras en lugares inadecuados.
Ambos apuntaron hacia la planificación como la herramienta para prevenir los desastres.
Los desastres
1. Derrumbe de Mameyes – Era un 7 de octubre de 1985 cuando el barrio Mameyes en Ponce colapsó y cientos de casas, en su mayoría de madera y cinc, pasaron a ser escombros en una enorme fosa de agua y lodo. Los sobrevivientes cargan con las huellas imborrables de esa tragedia que provocó el colapso de 115 casas y 95 muertos. Se recuperaron 40 cadáveres. Vecinos del lugar calculan que la cifra de muertos pudo haber superado las 150 personas. El derrumbe fue producto de los intensos y extensos aguaceros de una onda tropical. El terreno, donde estaba enclavada la comunidad, cedió ante las fuertes lluvias.
2. Huracán Hugo - Ocurrido el 18 de septiembre de 1989 hace 24 años, este huracán de categoría tres representó pérdidas estimadas en alrededor de $1,000 millones. FEMA desembolsó $508,926,161. De esa cantidad, solo $5.6 millones se utilizó para mitigación mientras que el grueso ($500 millones) fue para ayuda directa o asistencia para los damnificados. Se registraron dos muertes: la de una persona en Culebra que no quiso abandonar su velero y la otra hallada ahogada en Fajardo. Pero hubo entre 90,000 a 100,000 refugiados, de los cuales 13,000 se quedaron sin hogar. Hugo tocó tierra entre Fajardo y Culebra y, dos horas después, salió por entre Luquillo y Río Grande. Tuvo vientos sostenidos de 140 millas por hora. Cincuenta y dos municipios fueron declarados zona de desastre. Se perdió el control de la represa Carraízo porque se dejó que el nivel del agua llegara a su tope, lo que amenazó la estructura de la instalación y puso en riesgo la vida de 150,000 personas que viven río abajo. El país estuvo semanas sin servicio de agua y luz.
3. Explosión de gas de Río Piedras - Ocurrida el 21 de noviembre de 1996. La explosión del edificio Humberto Vidal, en Río Piedras, causó la muerte de 33 personas, y dejó a casi un centenar de heridos, millones de dólares en pérdidas materiales y al casco de Río Piedras comercialmente deprimido. Las víctimas y sus sobrevivientes le adjudicaron responsabilidad por la tragedia a la San Juan Gas, al sostener que la causa de la explosión fue un escape de gas de los conductos soterrados de la empresa, que supuestamente se acumuló en el sótano del edificio. Esa tragedia dejó al descubierto la poca fiscalización que tenía la Comisión de Servicio Público con el sistema de gas, dijo el planificador ambiental, Félix Aponte.
4. Derrame de aceite de barcaza – En enero de 1994 el balneario de El Escambrón, que forma una herradura en la parte posterior del Hotel Normandie, parecía una laguna de petróleo al igual que la playa del Hotel Caribe Hilton, en San Juan. El combustible a bordo de la barcaza Morris J. Berman se derramó en el Océano Atlantico, a unos 300 metros de Punta Escambrón. La barcaza fue hundida a 20 millas mar afuera del lugar del accidente, en una fosa a seis mil pies de profundidad. En el proceso un número no determinado de galones de petróleo salió a flote y produjo una mancha de unas dos millas de largo. Otros residuos de aceite afectaron aún más a pescadores del área norte de Puerto Rico.
5. Huracán Georges – Fue un huracán de categoría 3 ocurrido el 21 de septiembre de 1998. Cruzó la Isla de este a oeste, por lo que afectó todo Puerto Rico con vientos de 115 millas por hora. No se reportaron muertes directas atribuidas al sistema tropical. El 96% de los usuarios de la Autoridad de Energía Eléctrica permaneció sin servicio de energía y el 77 % quedó sin servicio de agua. Se estimó que el 50% de los cables y postes eléctricos fueron destruidos. La Isla perdió el 75% de la cosecha del café, el 95% de las cosechas de guineos y plátanos, además del 65% de la industria avícola. Se reportó que 28,005 casas fueron destruidas y 72,605 viviendas quedaron parcialmente destruidas. Es considerada la emergencia que más dinero requirió de las autoridades para la recuperación del país.  Dejó 65,000 residencias sin techo, 29,000 personas refugiadas en 426 albergues y requirió de $1,720,867,892 para ayuda a los afectados y para la insfraestructura del país.
6. Buque encallado – El 18 de noviembre de 1999 el barco ruso Sergo Zakariadze encalló en la bahía de San Juan. Las 17,000 toneladas de cemento en polvo a bordo del buque ruso supusieron una preocupación ambiental por el temor de que cayera al mar o por el polvo fugitivo que generaría mientras se removía. Si el cemento en polvo caía al agua podía generar turbiedad temporal que impediría la penetración de luz al mar, necesaria para mantener la vida de las porciones de corales que habitan en la zona. Cuatro meses después se logró remover el barco de la bahía sin incidentes.
7. Incendio de llantas en Aguirre –En 2000 un voraz incendio, provocado intencionalmente, consumió miles de neumáticos en un almacén de la antigua central azucarera Aguirre utilizado por una empresa privada. Fue tan intenso el sinistro, que los bomberos tardaron un mes en extinguirlo. En todo ese tiempo las comunidades aledañas estuvieron expuestas al denso y fétido humo que emanaba de la combustión. Dejó pérdidas cercanas a los $2 millones y destruyó cerca de 20,000 gomas. Además, 100 trabajadores de la empresa quedaron sin trabajo.
8. Incendio en instalaciones biomédicas en Caguas – Un 20 de marzo de 2007, en la empresa Celcius Waste Services, cientos de libras de desperdicios biomédicos, almacenados en un área de estacionamiento de 50 pies de largo por 50 pies de ancho, se quemaron. Fue necesario desalojar una ferretería ubicada en la parte posterior, una compañía de gas y residencias aledañas, además de cerrar un tramo de la carretera #30 en dirección de Caguas a Gurabo y de Las Piedras a Caguas. Los desperdicios biomédicos acumulados allí  eran altamente tóxicos. El consultor ambiental de la compañía explicó que desde septiembre de 2006 tenían acumulados en sus dos instalaciones cuatro millones de libras de desperdicios, ya que la Junta de Calidad Ambiental no les había permitido depositarlos en los vertederos. Los bomberos tuvieron problemas para extinguir el fuego porque no había agua en las tomas, siendo necesario trasladar agua en camiones cisterna de los municipios de Caguas, San Lorenzo, Aguas Buenas y Gurabo.
9. Explosión de Capeco – Sentó un precedente como emergencia ambiental y ocurrió el 23 de octubre de 2009. Aún las autoridades trabajan en la limpieza de las áreas que sufrieron daños. Hasta el pasado 8 de octubre de 2013 se habían removido 26 millones de galones de combustible que no se quemó en los tanques y 16 millones de galones de agua contaminada. El planificador ambiental Aponte dijo que durante la explosión, que causó un potente fuego y una negra humareda, el viento soplaba del sur al norte y ese viento se mantuvo así casi por cuatro días. 
10. Deslizamientos de terreno – El año pasado se registraron dos deslizamientos de terreno. Uno fue en la urbanización Villa España de Bayamón, donde se desalojó permanentemente a 10 familias luego de que el mogote aledaño a sus casas se deslizara como arena y cubriera sus propiedades. El otro deslizamiento ocurrió en la urbanización Alto Apolo, en Guaynabo, donde dos familias perdieron sus casas. Ambos eventos requirieron la intervención de las autoridades estatales y federales, y aún se lidia con las consecuencias de la emergencia.